BITÁCORA – ENTRADA 01, La Caracola: prototipo de hábitat circular post-consumo respaldado por la ARC

Inicio del proceso: un horizonte abierto, un compromiso colectivo

Hoy comienza oficialmente la etapa más determinante de La Caracola. Nos encontramos en un momento único: con resolución provisional concedida por la Agència de Residus de Catalunya, y a la espera de la resolución definitiva, nos vemos interpeladas por un reto que no es técnico ni individual, sino estructural y colectivo.

No hay caos: hay incertidumbre fértil, propia de todo proceso pionero que abre camino donde apenas hay precedentes.

Un marco temporal que activa la acción

Contamos con 24 meses para planificar, ejecutar y justificar un prototipo de hábitat circular post-consumo. Este plazo no se vive como amenaza, sino como marco de oportunidad que exige precisión, compromiso profesional y coordinación entre agentes.

Un proyecto impulsado por profesionales y reconocido institucionalmente

Estamos construyendo una red de arquitectas, consultoras medioambientales, estructuristas, constructoras, especialistas en economía circular y recuperación de recursos, gestores de residuos, profesionales en eficiencia energética pero también en documentación científica y comunicación audiovisual. Todas estas personas comparten una visión: demostrar que la vivienda del futuro puede construirse a partir de materiales recuperados, respetando el territorio y generando valor social.

Este no es un proyecto individual, es una infraestructura colaborativa en fase de activación, respaldada por una subvención pública que reconoce su potencial transformador.

Redefinir el proceso de proyectar

Estamos invirtiendo el orden tradicional del diseño arquitectónico:

• No partimos de un plano ideal.

• Partimos del contexto real: materiales disponibles, normativa vigente, territorio concreto y funciones sociales que debe cumplir el espacio.

• Este enfoque no limita: innova.

El momento actual

Nos encontramos en la fase de:

• Definir alianzas estratégicas y confirmación de agentes implicados

• Establecer roles, responsabilidades y formas de retribución

• Activar metodologías de documentación, registro e inventario

• Articular la relación con el Ayuntamiento de Canyelles, clave para la viabilidad territorial y comunitaria del proyecto

• Identificar vías complementarias de financiación

• Diseñar el proceso con rigor científico, respetando el marco legal.

Lo que ya es evidente

La Caracola no es una vivienda, es una forma de habitar el futuro.

Una apertura hacia un modelo circular, legal, evolutivo y replicable que nace desde el residuo y se construye con la fuerza de una red profesional y el apoyo institucional.

El reto es desmantelar el paradigma lineal. Nos encontramos en el punto de partida para una arquitectura que no se apoya en lo que falta, sino en lo que ya existe. Un hábitat post-extractivo para un mundo post-consumo.